En Ecuador, uno de los mayores incendios forestales de este año ha destruido casi 4.000 hectáreas en el país, lo que supone más del 10% de la superficie quemada el año anterior. Los bomberos locales confirmaron que jóvenes bomberos extinguieron este devastador incendio hasta ahora incontrolado.
El incendio que se propaga en la región rural del sur de Ecuador tuvo trágicas consecuencias, cobró la vida de tres personas y desplazó a varias familias, informó la Secretaría de Gestión de Riesgos.
El incendio que se inició en la montaña de la comunidad de Quilanga, en la provincia de Loja, ha consumido hasta el momento 3.877 hectáreas de pinar y pastizal. Según datos de la Secretaría de Gestión de Riesgos, un total de 33.646 hectáreas de vegetación se perdieron en Ecuador a causa de incendios en 2023.
A nivel nacional se han identificado 12 incendios forestales activos, los cuales son monitoreados continuamente por las autoridades correspondientes.
La temporada seca de julio a diciembre significa riesgo de grandes incendios forestales en Ecuador. Aunque el incendio fue contenido inicialmente, el clima seco y los fuertes vientos lo extendieron a zonas residenciales, lo que obligó a la evacuación de 14 familias.
Steven Ortiz, técnico de bomberos del departamento de riesgos del municipio de Quilanga, dijo a The Associated Press que dos personas murieron en total, afuera de una granja avícola. A pesar de los esfuerzos, el incendio no pudo ser controlado completamente al anochecer del día en cuestión y hubo que recurrir a vertidos de agua desde el aire.
El alcalde de Quilanga, Juan Carlos Santín, atribuyó el incendio a «quemas agrícolas» realizadas por comunidades locales en tierras de cultivo y aseguró que esa práctica ya no estará permitida.
Según un informe oficial de riesgos, durante este año, entre el 1 de enero y el 28 de agosto, los incendios forestales destruyeron unas 13.200 hectáreas en Ecuador. La provincia de Loja fue la más afectada en la última década, consumiendo más de 45.000 hectáreas de vegetación.
Además de Loja, otras provincias como Carchi y Azuay también sufrieron las consecuencias de los incendios forestales, arrasando cientos de hectáreas. Cientos de personas participaron en la lucha, incluidos bomberos, soldados y voluntarios que utilizaron camiones cisternas y cisternas de agua en sus esfuerzos. Según los avisos del Instituto Meteorológico Nacional, estas zonas rurales también se vieron afectadas por las altas temperaturas diurnas, radiación extrema y fuertes ráfagas de viento.
El Ministro de Salud envió brigadas a los barrios cercanos para apoyar los esfuerzos de socorro en las comunidades afectadas por el desastre.