Entre enero y mayo de 2025, el déficit fiscal de Ecuador ascendió a 1.306 millones de dólares, según un informe del Centro de Investigaciones del Colegio de Economistas de Pichincha (CIECEP). Esta cifra representa el tercer mayor desequilibrio fiscal en los últimos diez años, solo superado por los años 2017 y 2020.
Un desequilibrio estructural y persistente
El déficit fiscal ocurre cuando el Estado gasta más de lo que recauda. Tal como lo explicó Juan Carlos Salvador, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha: “Es como si una familia ganara 1.000 dólares al mes, pero gastara 1.200. Los 200 que faltan obligan a endeudarse”.
En este escenario, el gobierno de Ecuador busca financiamiento tanto externo como interno, destinando una parte de sus futuros ingresos al pago de deudas e intereses, en vez de canalizar esos recursos hacia servicios fundamentales como salud, educación o infraestructura.
Cambio del déficit en 2025
El reporte del CIECEP, fundamentado en los datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), indica que el déficit de 1.306,4 millones de dólares acumulado hasta mayo excluye los gastos de importación de productos derivados del petróleo.
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- Las ventas solo subieron un 2% comparado con el mismo trimestre de 2024.
- Por otro lado, el gasto estatal se incrementó un 15,4%.
Este fenómeno muestra un desequilibrio intensificado por el incremento de los costos en salarios, jubilaciones, programas de asistencia social y el pago de intereses.
Comparación histórica
Solo se registraron déficits más altos en los años 2017 y 2020:
- 2017: 1.851 millones de dólares
- 2020: 1.941 millones de dólares
En contraste, el único excedente durante la década ocurrió en 2022, con 1.256 millones, impulsado por la recuperación tras la pandemia.
Preocupaciones inquietantes
El Observatorio de la Política Fiscal, incluyendo el costo de importaciones petroleras, estima que el déficit fiscal entre enero y mayo llega a 1.529 millones de dólares, y que al cierre de 2025 podría superar los 5.500 millones.
Jaime Carrera, director del Observatorio, advirtió que ni siquiera el aumento del IVA del 13% al 15% ha compensado el incremento del gasto. El Colegio de Economistas proyecta un déficit aún mayor, que podría superar los 6.200 millones de dólares al finalizar el año.
Esto contrasta con la proyección oficial de la ministra de Economía, Sariha Moya, quien estimó un déficit de 3.000 millones de dólares a inicios de junio.
Posibles soluciones y limitaciones
El Colegio de Economistas plantea que se podría lograr un ahorro inmediato de 1.300 millones de dólares, mediante:
- Asignación de recursos prioritarios.
- Mejorar la captación de ingresos sin incrementar los impuestos.
- Convertir en dinero los activos ociosos del gobierno.
Sin embargo, advierten que una reforma estructural no puede postergarse más allá de 2026. Carrera añade que, aunque el Gobierno apuesta por la inversión pública para impulsar el crecimiento, el gasto corriente inflexible y las obligaciones de deuda dificultan la reasignación de recursos.
Los recortes en áreas esenciales tales como la salud, educación o seguridad social son políticamente impopulares o están restringidos por la legislación. Por ello, los expertos coinciden en que la alternativa más viable es fomentar la inversión privada, mediante asociaciones público-privadas y concesiones en infraestructura, pero siempre respetando el principio de sostenibilidad fiscal.