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Un penalti salva al Barça en Las Palmas | Fútbol | Deportes

Los jugadores del Barça celebran el gol de penalti de Gündogan.Ángel Martínez (Getty Images)

Un penalti que alimentará muchas discusiones sacó al Barça de una situación dramática en la Liga. Sinkgraven empujó a Gündogan y el árbitro señaló la pena máxima que el alemán convirtió en ausencia de Lewandowsky. El reloj marcaba el minuto 94 de un partido con muchos goles para el conjunto azulgrana, que no mejoró en el partido con el paso de los días, volviendo una jornada más al marcador: 1-2. Una victoria más por la mínima después de una noche de gran incertidumbre en la que los jugadores tardaron en responder a la alarma de Xavi. De nada sirvió el empate incluso después de casi una hora de victoria de la UD Las Palmas y el Barcelona incluso fuera de la zona de Champions. La urgencia y la presión acabaron por despertar a la afición barcelonista, ahora sin Lewandowski sobre el campo y en cambio con la presencia decisiva de João Félix.

1

Álvaro Vallés, Mika Mármol, Saul Coco, Álex Suárez (Daley Sinkgraven, min. 82), Sergi Cardona, Javi Muñoz, Maximo Perrone, Kirian Rodríguez, Alberto Moleiro (Enzo Loiodice, min. 67), Munir (Marc Cardona, min. 59) y Sandro (Pejiño, min. 67)

2

Iñaki Peña, Cancelo (A. Christensen, min. 11), Koundé, Ronald Araújo, Alex Balde, Frenkie De Jong, Gündogan, Sergi Roberto (Fermín López, min. 78), Raphinha (Lamine Yamal, min. 71), Ferrán Torres (Vitor Roque, min. 78) y Lewandowski (João Félix, min. 71)

Objetivos 1-0 min. 11: Munir. 1-1 min. 55: Ferrán Torres. 1-2 min. 93: Gündogan.

Árbitro Pablo González Fuertes

Tarjetas amarillas Sergi Roberto (min. 19), Hernández Creus (min. 20), Álex Suárez (min. 57), Saúl Coco (min. 78), Lamine Yamal (min. 80), Javi Muñoz (min. 87), Sergi Cardona (min. 89) y Kirian Rodríguez (min. 92)

tarjetas rojas Daley Sinkgraven (mín. 90)

El portugués, el mismo jugador que no se acostumbró al banquillo del Atlético, también fue suplente del Barça en el Estadio de Gran Canaria. João Félix fue el único citado en la alineación por Xavi. El técnico quiso hacerse cargo de la segunda parte del partido ante el Almería y dio continuidad a Ferran manteniendo a Sergi Roberto. La propuesta apenas duró diez minutos porque João Cancelo se lesionó en una disputa de balón con Perrone. Los dos portugueses son, al fin y al cabo, los jugadores más difíciles de encajar en la desfigurada escuadra de Xavi desde que perdió el hilo del partido.

Sin embargo, el técnico no tocó a Koundé ni a Lewandowski, igualmente sospechosos, para intentar recuperar la efectividad perdida en las áreas, y el equipo ya iba perdiendo antes del cuarto de hora cuando marcó Munir. La defensa se relajó como es habitual poco después del inicio del partido cuando los defensores no supieron muy bien posicionarse con la entrada de Christensen. Koundé volvió al lateral y, mientras, Sandro y Munir, dos futbolistas precisamente con pasado azulgrana, bastaron para sorprender al errático Peña. La UD Las Palmas se inspira en definitiva en la versión original del Barça, la misma que tiene el fútbol de estilo y posesión que tan bien conoce García Pimienta.

El técnico del conjunto canario jugó durante 28 años en La Masia y sabe muy bien cómo quiere que juegue su equipo, un ejemplo de equilibrio en el campo y en las estadísticas, y también ha descifrado la forma de jugar contra el Barça. A partir de la sobriedad de su portero Álvaro Valles, el segundo menos derrotado del campeonato, la UD Las Palmas sabe cuidar muy bien el balón y llega con facilidad a posiciones de remate ante rivales que no saben contener como el Barcelona. Sandro se convirtió en un martillo, siempre bien perfilado para el disparo, punto final de las rápidas transiciones del equipo de García Pimienta.

El Barça retrocedió muy tarde y mal, siempre expuesto por repetidas pérdidas de balón, y no pudo finalizar una jugada contra Valles. Ni un solo disparo a portería fue contabilizado para los blaugrana cuando el partido llegó al descanso mientras la UD Las Palmas sumaba cinco ante el nervioso Peña. Los rostros y gestos de frustración del Barcelona contrastaban con la inexpresividad de su juego, siempre descoordinado y víctima de las prisas por disparar, por marcar y por ganar, por querer resolver en un minuto un problema de meses, por demostrar su vida ante un rival. la cual es considerada una de las revelaciones de la Liga.

Falta de rigor, la afición azulgrana se dejó llevar por el desorden y desde la previa llegó al empate tras una jugada confusa que aclaró Sergi Roberto con un pase preciso al disparo colocado de Ferran Torres. La efectividad blaugrana distrajo por momentos a un rival que antes había perdonado o no había apuntado a Peña. En Barcelona hubo más intensidad, presión y precisión. Los ataques colectivos se sucedieron y la UD Las Palmas retrocedía cada vez más. Ya no se trataba de jugar bien sino de insistir en el intervencionismo de los tres centrocampistas: De Jong, Gündogan y sobre todo Sergi Roberto. Por el contrario, no hubo novedades sobre Pichichi Lewandowski.

Xavi acabó sacando del campo al polaco junto a Raphinha y dio entrada a João Félix y Lamine Yamal ante el silencio de la UD Las Palmas. El equipo canario se apagó por agotamiento pese a los cambios de García Pimienta. Las concesiones defensivas del Barcelona, ​​sin embargo, no garantizaron un ascenso a satisfacción de la afición en el Estadio de Gran Canaria. Un cabezazo libre de Mármol tras un córner se fue por poco antes de que Vitor Roque se estrenara y fallara el disparo. El gol de la remontada lo marcó Gündogan en la prórroga tras un penalti protestado por la UD Las Palmas. El 1-2 nos permite ganar tiempo en busca del fútbol perdido con la excusa de que el equipo tiene orgullo, dignidad y actitud pese a estar a siete puntos del liderato de Liga que comparten Madrid y Girona.

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By Alice Escalante Quesada