Un brillante Luka Romero castigó el ejercicio de falsa superioridad que hizo gala el Atlético ante el colista. El empate 2-2 supone un revés en la tensa carrera por una plaza de Champions en la que están inmersos Simeone y sus jugadores. Anoche un equipo que se sabía descendido aprovechó las circunstancias con orgullo y buen juego. Morata y Melero consiguieron la victoria para sus equipos en la última jugada. El empate hace más daño al Atlético que al Almería. Cinco puntos de los últimos 24 justifican la retirada de los colchoneros de la lucha por el título.
2
Luis Maximiano, Aleksandar Radovanovic (Chumi, min. 69), Marc Pubill, Bruno Langa, Edgar González, Iddrisu Baba, Jonathan Viera (Gonzalo Melero, min. 78), Lucas Robertone (Dion Lopy, min. 82), Embarba, Luka Romero (Sergio Arribas, min. 69) y Lozano (Leo Baptistao, min. 78)
2
Oblak, Reinildo Mandava, Savic, Gabriel Paulista, Koke (Marcos Llorente, min. 45), Pablo Barrios Rivas, De Paul (Witsel, min. 81), Nahuel Molina, Samuel Lino (Rodrigo Riquelme, min. 45), Depay ( Morata, min. 69) y Correa (Saúl, min. 69)
Objetivos 0-1 min. 1: Correa. 1-1 min. 27: Luka Romero. 1-2 min. 56: De Pablo. 2-2 min. 64: Luka Romero.
Árbitro Javier Alberola Rojas
Tarjetas amarillas Reinildo Mandava (min. 39) y Embarba (min. 93)
Parecía que el Atlético iba a disfrutar de un partido de masaje cuando Reinildo decidió redimirse antes de que transcurrieran los dos primeros minutos. Muy señalado por los dos errores que obligaron a su equipo a remontar un gol en Copa ante el Athletic y otro en Champions ante el Inter, el mozambiqueño arrancó con un túnel a Pubill y levantó la cabeza para poner un centro a media altura que Correa empalado a placer. Reinildo, que había quedado impresionado por su contundencia y energía en sus primeros partidos tras un año fuera de servicio por una grave lesión en la rodilla, no ha tenido un buen día. La jugada reivindicó esa faceta ofensiva que dice tener cuando está lleno de confianza.
El gol suponía arrancar todo el terreno que había entre el cuarto clasificado y el colista. Barrios falló un control que lo colocó mano a mano con Maximiano y Memphis falló por unos centímetros un centro de derecha. El Atlético no tuvo rival hasta que él mismo le ayudó a crecer. Los jugadores de Simeone se metían en esas situaciones peligrosas de gustarse más que jugar bien. Comenzaron arruinando jugadas claras en el medio campo y reproduciendo pérdidas delicadas, como la de Barrios que activó por primera vez al Choco Lozano. También ganó un duelo aéreo en el área para rematar de cabeza por el centro.
El par de avisos acabaron levantando a un equipo que cuenta con buenos jugadores con horas de vuelo como Embarba o Jonathan Viera, un fichaje invernal que formará parte del intento de recuperar la categoría si finalmente se consuma. Jugadores decididos a defender que su juego aún puede pertenecer a la categoría. También en la última ventana de fichajes aterrizó cedido en el Almería el otrora precoz Luka Romero, que en 2020 se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Liga española con el Mallorca, con 15 años y 219 días. Tras probarlo en la Lazio y este verano en el Milan, el pequeño atacante argentino está ahora en edad de empezar a confirmar todo el hype que le acompañó en sus inicios, incluida su incorporación hace años en un reality infantil de fútbol.
Se mostró bullicioso y picante, con ese regate típico de los percherones bajos que llevan el balón cerca de la bota. En este caso la izquierda. Romero apareció hacia ella para esquivar a un par de defensas y proyectar una zurda saltarina y apretada que Oblak se tragó. Fue uno de esos goles que plantea la duda de si la mejor versión del portero esloveno lo habría salvado.
El gol castigó la incapacidad del Atlético para demostrar su superioridad. Muy plano y torpe el trío de centrocampistas De Paul, Koke y Barrios, despistados Lino, Memphis y Correa, ya no fueron capaces de controlar el partido antes del descanso. Simeone hizo dos cambios, que sonaron más a disgusto que a rotación, de cara a la cita copero en Bilbao. Llorente por Koke y Riquelme por Lino. Más pulmones y más ritmo, y más finura parecía exigir Simeone con ese par de relevos. Lo consiguió y lo consiguió con una carrera de treinta metros de De Paul que dejó al descubierto la última posición del Almería. El argentino entró en el área sin que entrara ningún jugador del Almería. Robertone y Radovanovic se retiraron sin meter el pie, y De Paul soltó un chut que entró tras tocar en un defensa rival.
El Atlético apenas tuvo tiempo de sostener el resultado como pretendía Simeone, con los suyos plantados en campo contrario. La clase de Viera lanzó al área la genialidad de Luka Romero, que tiró del exterior de su bota para dirigir el balón al ángulo más cercano de un sorprendido Oblak. El empate obligó a Simeone a cargar sobre Morata. Esto tuvo dos ocasiones claras para un equipo que se despistó y no supo imponer su calidad ni siquiera cuando se abrió el partido. Melero también tuvo la última jugada para darle la primera victoria del curso.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Xo regístrate aquí para recibir nuestro boletín semanal.