Hace un año, los ecuatorianos votaron a favor de prohibir la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, en el corazón de la Amazonía del país, pero el gobierno no ha tomado medidas para detener las operaciones. Para empeorar las cosas, el gobierno ahora está buscando una extensión de cinco años para que la compañía petrolera estatal se retire, lo que genera frustración entre los Waorani y otros grupos indígenas cuyos territorios se superponen con el parque.
Juan Bay, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), expresó su descontento por el incumplimiento del referéndum, señalando la falta de voluntad política para proteger los derechos de los ecuatorianos que votaron.
El Parque Nacional Yasuní es reconocido por su excepcional biodiversidad y es hogar de comunidades indígenas que viven en aislamiento voluntario, como los Taromenane y Tagaeri. El referéndum del año pasado resultó en el aplazamiento de la extracción de petróleo en un bloque específico que fue considerado un hito histórico en la preservación de la naturaleza y las comunidades indígenas.
A pesar de una orden judicial para cerrar la infraestructura petrolera, el gobierno ecuatoriano ha solicitado una prórroga hasta agosto de 2024 para cerrar las operaciones durante al menos cinco años y cinco meses. El Ministerio de Energía y Minas no respondió a solicitudes de comentarios sobre el asunto.
Algunos expertos creen que un año no es tiempo suficiente para cerrar las operaciones, especialmente cuando el petróleo representa una parte importante del PIB de Ecuador. La presión para extender la extracción petrolera por cinco años ha generado críticas de que el gobierno no tiene ningún interés en las comunidades indígenas y el medio ambiente.
La industria petrolera amazónica ecuatoriana funciona desde hace más de cinco décadas y ha tenido consecuencias negativas para la salud de las personas que viven cerca, incluidas enfermedades como cáncer y problemas respiratorios. Otra preocupación fue que los fondos para detener la producción de petróleo no estaban incluidos en el presupuesto.
Organizaciones como la Asociación de Afectados por las Operaciones Petroleras de Texaco han documentado numerosos derrames de petróleo en la región, lo que demuestra los impactos ambientales negativos de la industria petrolera del Ecuador.
El líder waorani planea enviar una delegación a la capital para abogar por la inclusión de su pueblo en el proceso de toma de decisiones. La lucha para detener la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní continúa con la esperanza de proteger tanto el medio ambiente como los derechos de las comunidades indígenas de la región.