El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) se ha atribuido un mortal atentado contra una iglesia católica en Estambul, aunque existen dudas sobre la autoría y motivación del atentado, que las autoridades turcas están investigando. Dos individuos con el rostro cubierto con pasamontañas ingresaron al templo durante la misa del domingo y abrieron fuego al aire y contra una persona en concreto, que murió poco después en un hospital al que había sido trasladado. El ministro ha anunciado la detención de los dos presuntos agresores.
En un comunicado difundido en las redes sociales, la agencia Amaq, vinculada al grupo yihadista, afirma que «dos combatientes del Estado Islámico perpetraron un ataque contra una iglesia cristiana» en «respuesta a los llamamientos de los líderes del Estado Islámico de atacar Judíos y cristianos en cualquier lugar”. Sin embargo, la forma en que está expresado el comunicado -a diferencia de textos anteriores en los que reivindica otros ataques- y el hecho de que incluye información que fue publicada poco después de ocurrido el ataque, pero que luego fue desmentida, genera dudas sobre la autoría y si Se trata de un atentado directamente vinculado a la organización yihadista, inspirado en sus ideas o, simplemente, el grupo intenta aprovecharse del incidente atribuyéndoselo de forma oportunista, tampoco se descarta que sea un atentado llevado a cabo por un grupo criminal.
Los hechos se produjeron a las 11.40 horas de este domingo (dos horas menos en España peninsular) cuando dos individuos entraron en la iglesia de Santa María, situada en el distrito norte de Sariyer, muy cerca del estrecho del Bósforo. En ese momento se celebraba la misa dominical a la que asistían, entre otros miembros regulares de la parroquia, el Cónsul General de Polonia en Estambul, Witold Lesniak, y su familia.
En una grabación de la cámara de seguridad del interior de la iglesia, que fue difundida por varios medios turcos antes de que un tribunal impusiera la prohibición de publicarla, se ve a un hombre de pelo blanco entrando a la iglesia en plena ceremonia, y justo detrás de él, Llegan dos individuos cubiertos con pasamontañas. Se dispara un tiro hacia el techo del templo, tras lo cual los fieles se agachan para protegerse detrás de bancos y sillas. Luego, uno de los atacantes va tras el peliblanco, al que dispara a quemarropa. Posteriormente, apuntan en varias direcciones, aparentemente sin realizar más disparos, y, tras comprobar la salida, escapan a pie.
El hombre, que resultó gravemente herido y falleció en el hospital, ha sido identificado como Tuncer Cihan, de 52 años y de nacionalidad turca. Dos de sus familiares han explicado a medios locales que era una persona «sencilla y buena», «sin enemigos», «no metida en política» y que padecía una «leve discapacidad intelectual». Había comenzado a asistir a misa dominical con su tío paterno y los fieles lo veían “de domingo a domingo”, cuando asistía a misa y luego se quedaba a tomar un café, según uno de los asistentes.
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El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, anunció a última hora del domingo que los «dos presuntos autores» del atentado de Santa María han sido detenidos, aunque no añadió más detalles sobre qué caminos está tomando la investigación. Durante la tarde había sido informado de la detención de una persona en presunta relación con el ataque. El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, ha telefoneado al sacerdote responsable de la iglesia y al cónsul polaco para transmitirles su pésame y ha condenado el atentado, además de prometer una pronta resolución del caso.
En el pasado se han producido en Turquía ataques contra templos, religiosos y miembros de la pequeña comunidad cristiana en Turquía, como el asesinato del padre Andrea Santoro en 2006 y la decapitación de tres personas vinculadas a una comunidad misionera en 2007, casos cuyo final Las motivaciones no quedaron completamente aclaradas.
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