El lenguaje orwelliano del Gobierno israelí no va a impedir que veamos la barbarie que está organizando en la Franja de Gaza. Quieren que nos volvamos ciegos y sordos, que creamos que los habitantes de Gaza, todos sin excepción ni juicio, no son más que una amenaza peligrosa. Buscan justificar lo injustificable: asesinatos en masa de mujeres y niños, población civil inocente, ataques a ambulancias y hospitales, uso de armas químicas y violación de todas las normas del derecho internacional. Pueden difundir por tierra, aire y mar que los palestinos son todos terroristas pero nosotros tenemos ojos y oídos y vemos en vivo sus ataques criminales bíblicos y vengativos. En mi barrio han aparecido carteles pegados en las paredes con los rostros de israelíes secuestrados por Hamás. No todas las calles de Barcelona serían suficientes si nos dedicáramos a empapelarlas con fotografías de los asesinados por Netanyahu. Su huida hacia la nada aniquiladora, que no pretende destruir la organización yihadista sino a los habitantes de la Franja para anexionarla, es a todas luces una invasión tan deleznable como la cometida por Rusia en Ucrania. Pero los árabes no merecen la misma compasión y en este caso los verdugos son presentados como las víctimas y no sólo eso sino las únicas víctimas del conflicto como contó el periodista Gideon Levy en un vídeo.
Inclinarse Un pequeño detalle de Anadia Shibli, la escritora palestina que iba a ser premiada en la Feria del Libro de Frankfurt y fue vergonzosamente cancelada por la organización. Sin discursos instructivos ni el lenguaje desgastado de quienes se solidarizan con la causa desde una postura frívola sin tener idea de la complejidad de la situación, encontrarás en esta novela corta una fotografía clara de lo que significa ser nace sin tierra, sin paz, sin ni siquiera humanidad porque a los ojos de quienes tienen fuerza militar ni siquiera es una persona. También podrán comprender los tremendos alcances de la colonización cuando se impide el acceso a la información y a las palabras necesarias para construir el relato de la propia historia porque el vencedor se encargó de borrar la huella de todos los elementos que pudieran permitir la memoria. Preservado. Ahora asistimos directamente a este proceso de borrado de la verdad de las víctimas, el Gobierno de Netanyahu pretende que toda la comunidad internacional compre sus mentiras y manipulaciones y que veamos a los palestinos como seres dignos de ser exterminados. Si nos dejamos engañar, nosotros también nos habremos convertido en cómplices de su terrorismo de Estado.
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