El Athletic gana un penalti en el tiempo añadido al Celta | Fútbol | Deportes

La primera parte fue una montaña rusa; el Dragón Khan, el segundo con un Celta forzado y un Athletic dominante pero débil atrás, que aprovechó Iago Aspas para sembrar el pánico entre los centrales. Antes del cuarto de hora, el temperamental capitán celeste ya se había presentado dos veces ante Unai Simón, primero en un disparo cruzado que pilló el portero y luego, aprovechando una pérdida de Nico Williams para intentar una vaselina que se desvió de la portería. Pero él siempre estuvo presente.

Nico fue su reflejo en el otro campo. Luego de recibir la llamada de De la Fuente, se le vio activo, siempre encarando a Kevin, quien no podía con él. La primera ocasión rojiblanca llegó de su bota, pero el disparo de Guruzeta se marchó desviado. Y en estas, Aspas volvió a marcar, algo que no hacía desde marzo, cuando tras dejar desordenado a Paredes, disparó desde la frontal del área con un efecto endiablado, para estrellar el balón en el palo y batir a Unai.

El gol del Celta fue un puñetazo en el estómago para el Athletic. Se defendió del penalti, intentó boxear al Celta, y en otro intento del pequeño Williams, su centro fue tocado por Starfelt hacia atrás, obstaculizado por Vesga, y el balón le cayó a Sancet, que lo empujó para empatar. Los vigueses protestaron masivamente, pero fue en vano. Aspas se ganó la tarjeta amarilla y pudo recibir otra poco después, tras una falta a favor de su equipo, en la que cometió una falta al árbitro.

Para su alivio y el de su equipo, no hubo castigo, pues en el tiro libre corrió hacia adelante y su centro provocó un torbellino en el área, que fue sustanciado con un disparo de Bamba que pegó en el poste.

Una vez más el Celta se adelantó, el Athletic tuvo que remar contracorriente y cuando transcurrían cinco minutos del tiempo añadido, Nico Williams volvió a subir por la banda, se metió de cabeza en el área y se la cedió a Guruzeta para empujar. El Celta no pudo ni siquiera recibir un centro y se fue al vestuario disgustado con un resultado que no esperaba. Peor le fue en la vuelta, porque apenas se habían consumido seis minutos de la segunda parte cuando Nico, perejil de todas las salsas, recibió tras un saque de esquina, disparó fuerte, Guaita rechazó y estuvo Guruzeta para marcar el sexto de los suyos. . desde que empezó la temporada.

El fútbol era una locura en San Mamés. El Athletic apretaba en busca de ampliar ventaja, siempre con Nico en el foco, pero los de Valverde desbordaban ilusión y, con el equipo muy adelantado, permitieron el contragolpe de Aspas, ¿quién si no?, que culminó con una asistencia a Larsen para empatar. Tres minutos después, un córner sacado por Aspas acabó en manos de Guruzeta. El VAR dio la razón al Celta esta vez. Multa. Lo lanzó Aspas y Unai Simón voló al palo para evitar que el Celta se adelantara.

A esas alturas del partido, nadie podía prever lo que le depararía el destino. El Athletic apretó hasta el final, el Celta tampoco se desligó del partido, y en el tiempo añadido, tras una entrada de Núñez a De Marcos que el colegiado no quiso ver en el área, ya no pudo ignorar la mano de Mingueza. Con el tiempo ya cumplido, que Berenguer convirtió desde los once metros. Celta, la verdad es que no sale nada.

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