Cualquier partido entre Barcelona y Atlético de Madrid es sinónimo de intensidad, tensión y clásico. Las colchoneras quisieron vengarse de la victoria culé en la ida en la que Alexia Putellas -ahora en el ojo del huracán tras su convocatoria a España- se convirtió en la máxima goleadora del club azulgrana. La oportunidad para los rojiblancos era clara: el calendario pesa en las piernas del Barça, y el pasado miércoles tropezó ante el Levante en el que fue el primer empate de los culés en 80 partidos disputados en el Estadio Johan Cruyff. Pero el equipo dirigido por Jonatan Giráldez echó mano de los reservas que le quedaban y encaró con más vehemencia al poder rojiblanco para volver a la senda de la victoria en la decimoctava jornada de la Liga F (2-0).
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Cata Coll, Ingrid Engen, Ona Batlle, Irene Paredes, Lucy Bronze, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí, Clàudia Pina, Salma Paralluelo, Esmee Brugts y Caroline Graham Hansen
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Lola Gallardo, Sheila García, Carmen Menayo, Cinta Rodríguez, Ainhoa Moraza, Gaby García, Vilde Bøe Risa, Xènia Pérez, Ludmila, Rasheedat Ajibade y Eva Navarro
Objetivos 1-0 min. 38: Salma Paralluelo. 2-0 min. 75: Vicky López.
Árbitro Olatz Rivera Olmedo
Tarjetas amarillas Lucy Bronze (min. 44) y Ana-Maria Crnogorcevic (min. 54)
El silencio -pese a las 5.289 personas que llenaron las gradas de Johan Cruyff en el mejor estreno de la temporada- tensa el ambiente de un partido que prometía -y sirvió- intensidad. El respeto entre ambos equipos estaba sembrado en el terreno de juego: ambos sabían que el partido podía salirle mal a cualquiera de los dos en cualquier momento y de cualquier forma. Por ello, el Barcelona intentó interceptar balones en el centro del campo y en defensa, y lo intentó en ataque por las bandas de Ona Batlle y Graham Hansen, pero sin encontrar la portería bajo los palos de una resolutiva Lola Gallardo.
El Atlético salió eléctrico, forzando duelos cuerpo a cuerpo, haciendo volar una espinillera de Claudia Pina y Ajibade pisoteando involuntariamente el pecho de la capitana Patri Guijarro. Las colchoneras repitieron la fórmula del partido de ida: retirarse con energía para defender, salir con todo en ataque con transiciones rápidas. Pero el Barcelona se basó en la memoria y se adaptó con éxito al ritmo que marcaba su rival hasta sentirse cómodo. Aitana Bonmatí acabó con la espesura en el campo, y la presencia de las jugadoras rojiblancas en el campo azulgrana empezó a atenuarse.
Y con una recuperación compartida entre Hansen y Patri Guijarro y un pase de la joven Esmee Brugts a la velocista Salma Paralluelo, el partido se despegó: la internacional zaragozana anotó, con templanza y tranquilidad, su noveno gol esta temporada en Liga a los pocos minutos antes del descanso. En la segunda mitad, el Atlético ya no encontró oportunidades, ni siquiera con la salida del banquillo de la exazulgrana Ana-Maria Crnogorcevic. Y el Barcelona siguió en su incansable búsqueda del segundo puesto. No hubo más silencio en el Johan: la afición aplaudió a su equipo, y la jovencísima Vicky López -convocada con la selección absoluta para la Nations League- hizo los honores con otro gol. El jugador del filial se movió con soltura por el campo, acostumbrado ya a vestir la camiseta del primer equipo.
La victoria devuelve la tranquilidad -que nunca perdió del todo- al Barcelona en la Liga, líder indiscutible con 52 puntos. Mientras el equipo que dirige Manolo Cano se aleja de Europa: ocupa la quinta posición de la tabla, a siete puntos de las plazas con billete a la Champions y a 20 de la primera posición.
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